Arde Madrid y Aliena se pasea derritiéndose por cada acera. Esta ciudad que la adoptó y la enamoró al instante se vuelve un poco menos soportable con el verano, el kaos es más laberinto, los pasos son más lentos, y el sol calienta demasiado... aún así es buena época... Pronto la jornada intensiva en el curro le dejará disfrutar de tardes de cañas, o siesta, o piscina... Findes de fiesta en terracitas, en discotecas al aire libre, escapadas a la playa y en agosto vacaciones... por fin.
La intuición como algo innato. Ligeramente desarrollado, palpitándo... lanzando mensajes. ¿Sabes descifrarlos?
Duerme con la ventana abierta, y la luz y el calor de las nueve de la mañana le despiertan. Es sábado, se despereza poco a poco, remolonea unos minutos más en la cama, mira sus piernas desnudas, tan blancas aún... con sed de sol y sonríe porque hoy se dará el primer baño de la temporada :)
Prepara la mochila, toalla, crema, el bikini, móvil, tabaco, llaves, ipod, el abono transporte, pantalón corto, camiseta pero de momento vaquero, pelo recogido y se calza las sandalias nuevas... las causantes de cómo empieza y terminará el día...

Es buena época para pasar un día en la sierra. Barbacoa, piscina, chicos interesantes, novedad, risas, conversación... Y el día discurre agradable, con complicidad, con miradas cruzadas y nada claro... Sin pensar. Mejor fluir. El viento a favor... sin duda.
La noche llega pronto y Aliena siempre supo moverse mejor en ella. Es un animal nocturno, tiene tablas, instinto, labia. Caótica y deliciosa sigue a lo suyo pero sin perder de vista su objetivo. Los ojos que encontró esta mañana, vivos, llenos de luz, misteriosos, hablándole...
¿Que quieres? -Toda tu vida en una noche...- Se hablaban los amantes en El Lector...
¿Te puedes dar entera en una noche? ¿Cuánto guardas de ti, cuánto ofreces, cuánto regalas...? ¿Cuánto te abandonas...? Y ella escoje abandonarse, no pensar, dejarse llevar. El viento sigue a favor... y la copa llena.
-Me encantan tus sandalias..., las quiero. Me las voy a llevar...- tercera vez que él se lo dice y esta vez obtiene respuesta.
-Si quieres mis sandalias tendrás que llevarte todo el pack...- , ahora sí jugamos en primera división, piensa ella.
Aliena ya sabe lo que va a pasar y le encanta la idea. Pero no sabe cómo será y la intriga le mata, quiere, quiere, quiere... y lo quiere ya. Y sus ojos se encuentran y no hace falta hablar, aunque él le habla y le dice que lleva todo el día mirándola, observándola...
Y ella no habla, actúa. Le calla, le besa, le acaricia y deja que la noche invente un nuevo idioma...
Las palabras estorban cuando habla el cuerpo.
La noche sigue su curso y el amanecer encontrará sus sandalias a la orilla de una cama...
Sonando: Golfa - Extremoduro